1. No ocultes tus intenciones o lo que esperas de la relación                

Está bien algo sin compromiso o algo serio. Lo que no está bien es no expresarlo y acabar lastimando a alguien por sólo pensar en ti.

No mientas, no ocultes cosas, no te calles nada y no utilices a nadie.


2. No ilusiones a la otra persona

Cuando se conecta con alguien desde vacíos o carencias es muy fácil sólo pensar en uno mismo.  Uno está tan ocupado buscando cubrir necesidades o calmar el dolor, que no pensamos en la otra persona.
Si no tienes una intención real de implicarte, exprésalo.  Si sientes que tus sentimientos han cambiado, dilo. No hagas ghosting.


3. No te comprometas si sientes que no estás listo/a para tener una relación seria.

Que haya una conexión muy fuerte, no significa que haya disponibilidad emocional.

Para construir una relación sana y plena es mejor estar bien emocionalmente de forma individual. Los problemas que uno tiene, los lleva a la relación.

Necesita haber disponibilidad para apoyar, resolver conflictos y poder elegir a esa persona.


4. No sientas que la otra persona te pertenece.

Es importante que la otra persona tenga su individualidad, su espacio y libertad para tomar decisiones. No tiene porque actuar como tú esperas o hacer lo que dices.

Más bien busca hacer acuerdos mutuos de lo que esperan o de lo que significa la relación.



5. No sólo pienses en lo que tu sientes y quieres.

Todas tus acciones y todo lo que dices tiene un impacto emocional en la otra persona.

Empezar una relación significa empezar a pensar en la otra persona también. Necesitamos hacernos responsables de lo que hacemos o decimos y tener responsabilidad afectiva.



6. No esperes que sepan que quieres.

De bebés nos acostumbramos a que todas nuestras necesidades eran cubiertas sin tener que decir nada.

Parece tonto, pero de adultos y sobre todo cuando estamos heridos, buscamos que sepan que tenemos o cómo nos sentimos.

Hay que expresar, buscar, pedir y explicar lo que sentimos o esperamos. Nadie lee mentes.


7. No persigas.

Cuando le gustas a alguien, lo notas. Si constantemente te estás preguntando si realmente le interesas, ahí no es. Si no es mutuo, no tiene caso..

No todas las personas que llegan se van a quedar. Eso no significa que no haya sido valioso, todas te enseñarán algo.


8. No te hagas ideas de la persona.

En la etapa de enamoramiento es muy fácil idealizar y hacernos ideas de la persona.

No pongas a la otra persona en un pedestal y no la veas como te gustaría que fuera.

Trata de observar a la persona de forma racional. Deja que las acciones te demuestren quién es realmente.


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