El comportamiento y los comentarios de un adulto hacía un niño, pueden impactar para siempre su vida y personalidad.

Es cierto, hay veces que todos podemos perder nuestra tranquilidad, pero hay cosas que debemos evitar decir en cualquier momento.

1.Invalidar sus emociones:

“No llores”.

“¿Otra vez vas a llorar?”.

“Deja de ser tan sensible”.

“Si dejas de llorar te compro _____”

En vez de reprimir o no sentir, los niños tienen que aprender a sentir, entender y manejar sus emociones.

Es de las habilidades más importantes para vivir en plenitud en cualquier área de nuestras vidas.

2.Hacer menos su sufrimiento:

Deja de ser tan sensible”.

“Eres tan dramático”.

“Deja de portarte como un bebé”.

Nunca debemos hacer menos el sufrimiento de nuestros hijos, por más trivial que parezca.

Para su edad o su madurez, ese dolor puede ser mucho y hay que respetarlo.

3.Preguntas degradantes:

“¿Por qué actúas de manera tan extraña?”

“¿Por qué te vistes así?”

Comentarios así pueden marcar su propia imagen  de por vida.

Afecta su amor propio y su valía personal.

Pueden acabar siendo personas que  buscan aprobación y ser suficientes constantemente.

4.Culpabilizar:

“Por tu culpa no puedo estar tranquila”.

“No seas una carga”.

“Ojalá nunca hayas nacido”.

Sin importar el nivel de frustración, nunca culpes a tus hijos por tus emociones.

De otra forma, las heridas de no sentirse amados, queridos o valiosos pueden permanecer muchos años.

5.Comparar:

“¿Por qué no eres más como tu hermano”?

“Tus amigos si _____”

Causar este tipo de rivalidad por amor hace que los hijos compitan por amor, busquen probar su valor y sientan que no son suficientes.

6.Etiquetar a la persona:

“Qué egoísta eres”.

“No seas flojo”.

Es muy diferente etiquetar la acción y el comportamiento: “Actuaste de manera egoísta”.

Cuando se habla de la personalidad se corre el riesgo de dañar la relación y dañar la imagen que tienen de ellos mismos...


No ignores tus propios errores

Un niño rara vez cuestiona si la crianza es mala o tiene defectos. Es muy raro que un hijo cuestione a sus papás.

Cualquier cosa que hagas, para los hijos será lo normal porque no tiene con qué compararlo.

Antes de cuestionarte a ti, cuestionará su propio valor y sus acciones.  Es importante que le pidas perdón y le comuniques cuando reconoces tus errores o defectos.


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