Muchas veces la habilidad y los años de entrenamiento de los deportistas son iguales, ¿qué marca la diferencia?
¿Qué hace que equipos de fútbol que van ganando 3-0 acaben perdiendo?
¿Cómo logra Cristiano Ronaldo, Messi, Federer, Bolt o Phelps mantenerse como número uno tanto tiempo?
¿Por qué algunos deportistas sucumben ante la presión y otros sobresalen?
El factor que hace la diferencia son las emociones y la psicología.
Te explicaré por qué es tan importante incluir la parte psicológica en el entrenamiento deportivo.
#1 Ahogarse
Cuando aprendes movimientos nuevos, lo aprendes conscientemente y pensando en ello (corteza prefrontal) .
A medida que repites los movimientos, se hace un hábito y el aprendizaje se da inconscientemente en automático.
De hecho, el aprendizaje se da en los ganglios basales, la parte del cerebro encargada de hábitos automáticos.
Gracias a miles de horas de práctica, los deportistas aprenden a hacer todo en automático y toman decisiones en milisegundos de manera inconsciente.
Eso es lo que los hace tan buenos.
El problema, es que cuando hay mucha emoción (estrés o presión), el sistema consciente toma control y deja de ser automático.
El deportista empieza a pensar demasiado en sus acciones o en lo que lo rodea y deja de actuar en automático.
Empiezan a fallar más de lo normal y se ahogan ante la presión.
Literalmente olvidan todo lo que aprendieron, porque la habilidad automática deja de funcionar.
#2 Pánico
Cuando la emoción es mucha y el estrés o miedo sobrepasa a un atleta, se activa la respuesta de pelea o corre del sistema nervioso.
La amígdala responde y toma el mando del cerebro.
Cuando esto sucede, la corteza prefrontal deja de pensar claramente y las funciones normales dejan de trabajar igual.
La toma de decisiones estratégicas se ve afectada y si la respuesta es “huir”, se experimenta falta de confianza y la capacidad disminuye.
Para mejorar tu psicología en el deporte te tengo 6 consejos:
#1 Acentúa lo positivo.
Si eres una persona emocional, busca enfocarte solo en lo positivo.
Compite con ligereza como Ronaldinho o Usain Bolt.
#2 Mantente neutro ante las emociones.
Para que tu habilidad automática permanezca, es bueno no tener arrebatos emocionales.
Compite como el equipo alemán de fútbol o como Roger Federer.
#3 Visualiza
Así como Phelps y muchos otros atletas, prepara a tu mente para algo que ya pasó y así sabrá que hacer y cómo hacerlo en automático.
#4 Relaja tu mente
Medita y busca que la atención de tu mente no se vaya hacia estímulos externos.
#5 Elimina la vocecita negativa
¿Cómo te hablas a ti cuando las cosas no están saliendo? Lo que te dices a ti mismo tiene mucho impacto así que usa afirmaciones positivas.
#6 Interpreta los nervios como emoción
¿Te sudan las manos y tu corazón late fuerte? Pueden ser nervios o emoción. Tu eliges la perspectiva.
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