La herida de abandono sucede en la infancia cuando la figura paterna o materna desaparece, no está presente o causa un fuerte dolor (físico o emocional).

Lamentablemente los niños no cuestionan las acciones negativas de sus papás.

Por la conexión y amor que sienten los niños hacia los papás, lo primero que hacen es cuestionar su propio valor.

Inconscientemente, lo normal es pensar que la acción de los papás es porque algo está mal con uno mismo y sienten que no son suficientes para recibir amor.

Desarrollamos un apego ansioso o evasivo.

Tenemos miedo de que se repita entonces hay mucho apego (ansioso) o tenemos miedo de no estar seguros en ninguna relación y no se quiere ningún apego (evitativo).

Los niños tienen una profunda necesidad de estar en familia y por eso nunca cuestionan a sus papás.

En ningún momento hay un cambio de perspectiva y se ve a las figuras paternas como humanos con errores, dolores y defectos.

De adultos puede ser diferente. Puedes entender que no fue por ti. Puedes cubrir la necesidad por conexión con otras personas y eso te permite cuestionar a tus papás y tomar distancia o alejarte por completo.


¿Cómo aparece la herida de abandono en las relaciones románticas?
  • Hay una profunda necesidad constante por aceptación y aprobación.
  • Todo el tiempo piensas en escenarios en los que te dejarán.
  • Te quedas en relaciones que te hacen daño o no eres pleno, por miedo.
  • Te abruma la vulnerabilidad o mucha intimidad con alguien.
  • Prefieres constantemente tu espacio y tu individualidad.
  • Tienes parejas que sientes que puedes arreglar o salvar. Tienes el rol de cuidador.

¿Cómo sanar?
  • Escribe una carta a tu niño herido diciéndole que el abandono o falta de cariño no fue por ti o porque no fuiste suficiente, sino porque la persona que te hirió tenía sus propios dolores y no supo amar correctamente.
  • Cultiva relaciones en las que no tienes que ganar su atención o cariño. Simplemente lo demuestran naturalmente.
  • Escoge conscientemente rodearte de gente que ha demostrado que les importas desinteresadamente y estarán ahí para ti.
  • Una vez que elijas a la gente con la que te rodeas conscientemente, confía en ellas  y dale a entender a tu niño interior que las cosas ya son diferentes. ¡Puedes confiar!

¿Quieres crear una profunda conexión con las personas?

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